EDUCAR PARA LA CONVIVENCIA
“Yo creo que no hay una pauta que uno pueda poner de su vida al margen de la de los demás. La vida es una transacción con otros. La vida es un gesto social con otros”.
(Fernando Savater)
Educamos erróneamente para vivir en sociedad.
Hay niños que cometen hechos deleznables que no lo hacen por odio sino por carencia de ajuste social, por estar huérfanos de valores, de criterios, por adolecer de evolución moral. Niños famélicos que socialmente han padecido una dieta donde se les ha suministrado derecho a exigir, a dictar, a ser individualistas, a centrarse en sus intereses y se ha olvidado de administrarles el derecho a ser condescendientes y generosos, a saber esperar, ser tolerantes y solidarios, a pensar en los otros, en el prójimo.
Oímos a menudo «es tan difícil educar» y pienso: más mérito tiene educar tan mal, ¡que falta de amor, dedicación, de esfuerzo, de coherencia!
Se argumentará: «Esta sociedad es muy compleja, no sabe la presión de su grupo de amigos, en los medios de comunicación hay una cascada de violencia y sexo (muchas veces inseparablemente unidos), hay droga...». Es cierto, ¿quién lo niega? Pero, ¿por qué hay niños-familia- contexto sanos?
El informe Delors, elaborado por la UNESCO por una comisión internacional, sobre la educación del siglo XXI señala los 4 pilares de la educación: “Aprender a hacer, a conocer, a vivir juntos y a ser”.
Educar en el ser.
Hay que educar: en el honor; en la palabra dada que se cumple, en la fidelidad, en la verdadera amistad, en la dignidad, en el dominio de sí mismo.
La interiorización de reglas, valores y juicios es una parte importante del desarrollo social y moral.
Ser (persona) es mucho más importante que tener (objetos).
Motivarse para vivir el día a día, ilusionarse con las pequeñas cosas, tener afán de superación, compartir buen humor resulta fundamental.
Ser (persona) supone adquirir y cumplir los compromisos, interesarse de verdad por los demás, entender lo esencial de la vida, ser respetuoso consigo mismo y con los demás, vivir como igual al otro a pesar de las diferencias aparentes, disfrutar del ocio y del trabajo bien hecho.
Ser (persona) conlleva no ocultar los errores o acciones mal realizadas aunque como consecuencia se reciban sanciones.
Ser es solidaridad, sensibilidad, apreciación de las artes, de los animales, de la naturaleza. Capacidad para perdonar, interés por lo grupal, buscar la armonía, el equilibrio.
Ser es emocionarse con un gesto, mirar la historia, contemplar las distintas culturas.
Ser es aceptar nuestra finitud, entender el papel del ser humano en el amplio mundo, relativizar la importancia del yo.
Es buscar la felicidad en lo sencillo, aceptar los malos momentos. Crecer.(Javier Urra, Profesor de Psicología en el Centro Universitario Cardenal Cisneros (Universidad Complutense de Madrid).
Asesor y Patrono de UNICEF.
(continuará.....)
0 Comments:
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<$LinksToThisPost$>:
<<NHome